Un programa da becas a jóvenes, pero tiene vulnerabilidades y deja las puertas abiertas a desvíos

Por Emmanuel Aveldaño, Ángel Charles, Victoria Félix, Adriana Dávila, Perla Martínez / El Norte

febrero 04, 2021 | 6:00 am



La gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador ha destinado 50 mil millones de pesos al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, pero este opera sin reglas claras ni candados y deja las puertas abiertas a desvíos.

Un equipo de investigación del periódico EL NORTE, como parte del proyecto del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, detectó el uso de empresas fantasma en Linares y la zona metropolitana de Monterrey para defraudar a jóvenes que no estudian ni trabajan y apoderarse del monto de las becas mensuales de 3 mil 600 pesos (este año se elevó a 4 mil 310 pesos).

El gobierno federal ya tenía conocimiento de las irregularidades del programa. En julio de 2020, una auditoría interna de la Secretaría del Trabajo halló anomalías en el 55 por ciento de los 91 casos revisados. Entre las irregularidades encontradas está el uso de empresas fantasma que no reunían los requisitos o que funcionaban ilegalmente como centros de capacitación.

La revisión del funcionamiento del programa es apoyada por inspectores, quienes acuden a los centros de trabajo a corroborar que se brinde la capacitación a los jóvenes, llamados aprendices.

Sin embargo, el número de inspectores parece ser insuficiente para prevenir la emergencia de irregularidades y desvíos. De acuerdo con información oficial, en Nuevo León hay 14 inspectores encargados de revisar a 2 mil 233 empresas, que participan en el programa.

Esquema de fraude a jovenes de Nuevo Leon

Sesión de entrenamiento de la empresa Ser 360 a becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro en Monterrey. Algunos becarios entrevistados por El Norte se quejan de que esa empresa organiza cursos simulados para quedarse con la mayor parte del monto de sus becas.

Debilidades en el procedimiento de inscripción

El equipo de investigación de El Norte detectó otras vulnerabilidades en el programa de la Secretaría del Trabajo, entre ellas que para inscribirse basta una declaración de buena fe: bajo protesta de decir verdad que no estudio y no trabajo y cumplo con los requisitos establecidos.

Dos periodistas de EL NORTE no tuvieron ninguna dificultad para solicitar su ingreso al programa dirigido a jóvenes de entre 18 y 29 años que no estudian ni trabajan, en la Plataforma: jovenesconstruyendoelfuturo.stps.gob.mx.

Al realizar el proceso, pudieron detectar que al momento en que el sistema solicita compartir una fotografía con un código QR, que arroja el mismo, pueden utilizar un fotomontaje de cualquier fotografía con el código, o una foto tomada de cualquier red social.

Los periodistas detuvieron el proceso en la parte en donde la plataforma abre el catálogo de centros de trabajo para postularse como aprendices.

 

Verificación insuficiente de solicitantes

Dentro de las reglas de operación también se establece que es el IMSS el que auxilia en la verificación de la información enviada por el solicitante, para determinar si está dado de alta como trabajador o estudiante, en una investigación de EL NORTE, se comprobó que la plataforma no descartó a 8 estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que además trabajaban.

El presupuesto asignado al Programa del 2019 a 2021 suma 69 mil 571 millones de pesos.

Esto es equivalente a construir la Línea 3 del Metro siete veces, cuya última actualización del costo fue de 9 mil 941 millones de pesos.

En el 2019, su primer año de funcionamiento, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador entregó 23 mil 915 millones a 1 millón 120 mil 543 jóvenes, sin reglas de operación.

Las disposiciones para operar el programa fueron publicadas el 10 de febrero del 2020, en el Diario Oficial de la Federación.

 

Falta de transparencia

Entre junio y octubre del 2020, EL NORTE realizó 59 solicitudes de información en las que requirió versiones públicas de padrones de centros de trabajo, los resultados de las revisiones realizadas, así como  quejas recibidas, aprendices y centros de trabajo sancionados.

Alegando no contar con la información y no estar obligados a generarla, y en otros casos, motivos de seguridad, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y diversas dependencias internas rechazaron entregar los datos sobre las inspecciones.

“...De considerar este H. Instituto que le asiste razón al solicitante para que se le proporcione la información con el nivel de especificidad que refiere, obligaría a este sujeto a proporcionar información inexistente, lo cual va a en contra del principio que reza: ‘a lo imposible nadie está obligado’”, respondió la Secretaría a la Plataforma Nacional de Transparencia, en diversas ocasiones.

Las vulnerabilidades del programa han sido expuestas por instituciones evaluadoras como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Centro de Estudio Educativos y Sociales, Mexicanos Contra la Corrupción.

En su Evaluación de Diseño con Trabajo de Campo 2019-2020, el Coneval señaló que las capacitaciones ofrecidas a los jóvenes no tienen mecanismos operativos ni un equipo que los verifique, ni retroalimentación sobre los planes de capacitación, por lo que no se puede establecer el cumplimiento de objetivos ni el desarrollo de habilidades en los jóvenes.

En un estudio de Mexicanos contra la Corrupción cuestionó la opacidad sobre centros de trabajo y becarios, y concluyó que la falta de apertura de información de los centros de trabajo imposibilita realizar una verificación de su existencia.

Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.

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Emmanuel Aveldaño, Ángel Charles, Victoria Félix, Adriana Dávila, Perla Martínez / El Norte

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