Están fracturados, a punto de caer, son peligrosos, y sin embargo pasan semanas sin que sean atendidos y menos en vacaciones, como Semana Santa
Están fracturados, a punto de caer, son peligrosos, y sin embargo pasan semanas sin que sean atendidos y menos en vacaciones, como Semana Santa. Son los postes que llevan servicios como electricidad, telefonía y cable.
“Ya tiene más de tres semanas que hubo un accidente aquí y el poste se quebró”, narró una vecina de la colonia Mirador.
En la esquina de Josefa Ortiz de Domínguez y Juan Álvarez un poste de madera fue arrancado. Está prácticamente en el aire. En realidad, el poste ya no sostiene los cables, al contrario, los cables sostienen lo que queda de éste.
“Es muy peligroso porque en cualquier momento se puede caer y lastimar a alguien, o sobre un vehículo que pase por aquí”, comentó la vecina.
Aunque lo han reportado a las autoridades, nadie ha acudido a reemplazarlo, y tampoco nada se ha hecho para prevenir un accidente.
Una de las calles más transitadas es la calle Perú. Entre Aquiles Serdán y Lerdo de Tejada la historia se repite.
Justo frente a una escuela, un poste está severamente fracturado. A unos centímetros del suelo, el poste se partió y la mitad está movida, en cualquier momento podría tronar.
Tampoco hay nada que alerte a la ciudadanía, o que sostenga temporalmente el poste.
Riesgo de accidente y apagón
La calle Santos Degollado, una de las rutas más usadas de sur a norte, para dirigirse hacia el Puente 2. En la esquina con Guatemala, un poste gigante sostiene cables de electricidad. Sin embargo, a metro y medio de su base, ya se nota que se está fracturando.
“Aquí hasta cabe una mano”, comentó uno de los transeúntes, sobre un agujero que hay entre el interior del poste y una gruesa capa que ya se separó.
En caso de que el poste termine por quebrarse, pondría en riesgo a quienes circulan por el área, en caso de que caigan los cables eléctricos al piso.
Este texto es publicado por el Border Hub con autorización de El Mañana. Aquí la versión original.