No buscamos a uno, nosotros buscamos a todos.- Buscadoras por la Paz

Por | Karen Silva y Karina Barraza

agosto 09, 2023 | 5:00 am



“Que Dios guíe nuestros pasos, vamos a ganarle al calor”, fueron las palabras con las que Cecilia Delgado Grijalva alentó a sus compañeras del colectivo Buscadoras por la Paz para iniciar una jornada más. Ese sábado 22 de julio en el que tendrían que cavar para buscar a sus desaparecidos bajo los rayos del sol.

Con palas, picos y varillas en mano las familias realizaron una oración para después recorrer una casa de campo ubicada en la sección Las Carretas del Desarrollo Campestre Real del Alamito, en Hermosillo, Sonora.

Esta no era la primera vez que el colectivo asistía a la propiedad. En septiembre de 2020 en un mensaje anónimo les dijeron que ahí era “una casa de seguridad” del crimen organizado y que podría encontrarse el cuerpo de Moisés Alfonso Reynoso Delgado, sobrino de Cecilia Delgado, quien desapareció en julio de ese año.

En ese entonces, el colectivo de búsqueda acudió una, dos veces, y en la tercera los restos comenzaron a salir entre la tierra. “Encontramos muchos cuerpos calcinados. Dicen (las autoridades) que pudieron haber sido más de 50. A mí me dijeron en el mensaje anónimo que eran más de 100 porque había una fosa y dicen que nomás los echaban y que no dejaban que se apagara (el fuego)”, relató Cecilia.

Exterior de la casa de seguridad en Las Carretas. Fotografía: Karen Silva.

Después de varios días de búsqueda, los familiares de desaparecidos contabilizaron 19 fosas clandestinas en Las Carretas con cuerpos y restos óseos calcinados.

“Había credenciales, ropa, tenis y mucha sangre. Los tenis de mi sobrino los encontramos en la puerta. Era horroroso, todo estaba lleno de sangre”, recordó mientras recorría, nuevamente, el interior de la casa.

Regresar al punto de partida

Tres años después, en 2023, con la entrada del nuevo titular de la Fiscalía de Justicia del Estado de Sonora, Gustavo Sala, las autoridades reiniciaron la investigación por el caso de la desaparición de Moisés Reynoso, y esto llevó al colectivo de regreso a la zona. 

La Fiscalía cateó el lugar y realizaron trabajos con georradar, un instrumento que se utiliza para investigar o detectar objetos por debajo del nivel del suelo, pero la probabilidad de que existan más restos es alta.

“Me dijeron (las autoridades) que volviera a buscar, que buscáramos bien. Ellos ya vinieron y metieron el georradar y hay partes donde tienen dudas y vamos a empezar a buscar ahí”, contó Delgado.

Interior de la casa de seguridad en Las Carretas. Fotografía: David Hinojos.

El sonido de los picos y las palas golpeando contra la tierra inundan los patios de la casa. El silencio llena el espacio cuando una de las madres grita que necesitan ayuda para mover unas piedras.

En una de las esquinas del terreno encontraron un pants de mujer, pedazos de una playera y un mandil con el logo de una reconocida marca de embutidos. 

Varias mujeres empezaron a mover piedras y se turnaron para seguir buscando. Las esperanzas crecían. Empezaron a cavar con más fuerza cuando encontraron un pintalabios, después un estuche de sombras, el pedazo de una diadema. Las manos se detuvieron cuando ya no hubo más que recolectar de la fosa. 

“No queremos dejar ni un pedacito sin buscar, porque a lo mejor nos pasamos y pudiera estar Moisés u otro. Nosotros buscamos a todos”, aseguró Cecilia.

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